POR: REDACCIÓN
Según un reciente metaanálisis, el 20% de los menores de 18 años reportan experimentar dolor crónico, un mal que persiste durante al menos tres meses. Esta condición no solo desencadena ansiedad y depresión, sino que también exacerba su duración y la discapacidad asociada. A pesar de su relevancia, la prevalencia de estos trastornos mentales en esta población aún no ha sido claramente definida.
El estudio, liderado por la Dra. Joanne Dudeney de la Universidad Macquarie en Sídney, Australia, buscó examinar la incidencia de la ansiedad y la depresión clínicas en jóvenes con dolor crónico, así como comparar sus síntomas con aquellos que no padecen dicha condición. Para ello, se revisaron bases de datos como MEDLINE, PsycINFO, CENTRAL y Embase, identificando 79 estudios que incluían a 22,956 jóvenes, de los cuales 12,614 reportaron dolor crónico.
La mayoría de los participantes eran mujeres (74%) y tenían entre 4 y 24 años. Los hallazgos revelaron que el 34.6% de estos jóvenes tenía un diagnóstico de ansiedad, y el 12.2% sufría de depresión. Además, aquellos con dolor crónico presentaban más síntomas de ansiedad y depresión en comparación con sus pares sin esta afección. Factores como el sexo, la edad y la localización del dolor podrían influir en los niveles de ambos trastornos.
El estudio concluye que aproximadamente uno de cada tres jóvenes con dolor crónico experimenta ansiedad y uno de cada ocho sufre de depresión, lo que subraya la necesidad urgente de mejorar la detección y tratamiento de la salud mental en este grupo vulnerable.