POR: REDACCIÓN
La icónica actriz británica Maggie Smith, conocida mundialmente por su papel en las películas de Harry Potter y la aclamada serie Downton Abbey, ha fallecido a los 89 años, según anunció su familia. La actriz dejó este mundo pacíficamente el viernes 27 de septiembre, rodeada de sus seres queridos en un hospital, donde estuvo bajo atención médica en sus últimos días.
Smith, cuya carrera abarcó más de seis décadas, fue una figura central en el cine y el teatro británicos. Ganó dos premios Oscar: el primero por The Prime of Miss Jean Brodie en 1970, una actuación que la catapultó a la fama, y el segundo por California Suite en 1979. Además, recibió cuatro nominaciones adicionales al Oscar y fue galardonada con ocho premios BAFTA, reflejando su talento excepcional y su dedicación al arte de la actuación.
El primer ministro británico, Keir Starmer, rindió homenaje a la actriz, describiéndola como “un verdadero tesoro nacional” cuyo talento y trabajo resonarán por generaciones. “Maggie Smith era querida por muchos y presentó nuevos mundos a través de las innumerables historias que interpretó”, comentó Starmer.
Smith se hizo famosa por su interpretación de la mordaz profesora Minerva McGonagall, un personaje que se convirtió en un ícono entre los fanáticos de la saga de Harry Potter. Su imagen, con el característico sombrero puntiagudo y su actitud firme, la convirtió en un referente del cine familiar.
Los hijos de la actriz expresaron su dolor por la pérdida de su “extraordinaria madre y abuela”, y agradecieron al personal del Hospital Chelsea y Westminster por su atención y amabilidad. “Les pedimos que respeten nuestra privacidad en este momento tan difícil”, añadieron.
Hugh Bonneville, su compañero de reparto en Downton Abbey, también compartió sus pensamientos sobre Smith, calificándola de “una auténtica leyenda” y destacando su agudo ingenio y formidable talento. “Cualquiera que haya compartido una escena con ella sabe que su presencia era incomparable”, agregó.
Smith tuvo una carrera llena de papeles memorables que dejaron una huella indeleble en la cultura popular. Además de su papel en Harry Potter, brilló en A Room with a View, donde interpretó a Charlotte Bartlett, lo que le valió otra nominación al Oscar y un BAFTA. También fue aclamada por su trabajo en Té con Mussolini junto a la también reconocida Judi Dench.
A pesar de su éxito, Smith era conocida por su carácter reservado. En sus últimos días, se la recordaba por su sentido del humor y su ingenio. La actriz Kristin Scott-Thomas, quien trabajó con ella en varias ocasiones, afirmó que aunque Smith “se tomaba la actuación muy en serio”, no toleraba las tonterías.
El Teatro Nacional de Gran Bretaña se sumó a los tributos, afirmando que “siempre será recordada como una de las más grandes actrices que este país ha tenido el inestimable placer de presenciar”. La Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (BAFTA) la describió como “una leyenda del teatro y el cine británicos”, destacando sus cinco premios BAFTA y su contribución al arte.
A lo largo de su carrera, Smith también dejó su huella en la televisión y en el cine, apareciendo en producciones como Sister Act, donde interpretó a la Reverenda Madre, y La dama de la furgoneta, que se basa en la vida de una mujer que vivió en una furgoneta frente a la casa del dramaturgo Alan Bennett.
Su último trabajo en la pantalla fue en The Miracle Club (2023), que seguía a un grupo de mujeres en un viaje a Lourdes, mostrando una vez más su capacidad para conectar con el público a través de sus personajes.
Maggie Smith deja tras de sí un legado impresionante y una carrera marcada por actuaciones memorables que permanecerán en la memoria colectiva. Su profunda inteligencia, destreza y singular talento la consagran como una de las más grandes actrices de su generación. Que descanse en paz.