POR: REDACCIÓN
Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia de México el pasado martes, ha presentado un ambicioso proyecto para incrementar la producción de energía renovable en el país, con el objetivo de alcanzar un 45% de la generación total de electricidad para 2030. Este plan, sin embargo, se enfrenta a enormes desafíos políticos y técnicos, y se estima que requerirá una inversión de hasta 50 mil millones de dólares.
Actualmente, aproximadamente el 24% de la electricidad en México proviene de fuentes renovables, según datos de BloombergNEF. La nueva administración se encuentra con una red eléctrica debilitada, resultado de años de desinversión que han llevado a una infraestructura envejecida y apagones frecuentes.
Alejandro Schtulmann, presidente de la consultora EMPRA en Ciudad de México, advierte que los objetivos de Sheinbaum podrían ser difíciles de alcanzar. La falta de inversión en empresas energéticas estatales, especialmente en el área de transmisión y distribución, es un legado complicado que deberá abordar de inmediato.
El anterior presidente, Andrés Manuel López Obrador, mostró una postura hostil hacia las empresas privadas del sector de energías renovables, prefiriendo destinar recursos a la petrolera estatal, Petróleos Mexicanos. Además, México está considerando la eliminación de reguladores independientes, lo que podría crear un ambiente de inseguridad jurídica para posibles inversores.
Schtulmann señala que atraer inversiones privadas en energías renovables será un gran reto, especialmente tras las políticas implementadas en los últimos seis años.