POR: REDACCIÓN
El cáncer de mama sigue siendo uno de los mayores retos de salud pública a nivel mundial y en México, tanto por su incidencia como por su impacto en la calidad de vida de quienes lo padecen, expresó Clara Luz Pérez Quiroga, profesora investigadora de la Facultad de Fisioterapia de UPAEP, habló sobre la relevancia del cáncer de mama como un desafío epidemiológico y el papel crucial que juega la fisioterapia en su prevención y tratamiento.
Pérez Quiroga destacó que el cáncer de mama es el tumor maligno más común entre las mujeres en todo el mundo. A nivel global, representa entre el 20 y el 25% de todos los casos de cáncer en mujeres, y la mortalidad alcanza del 15 al 20%. En México, el panorama es alarmante, ya que el cáncer de mama ocupa el tercer lugar entre las principales causas de muerte, solo después de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que el número de nuevos casos de cáncer se ha duplicado en los últimos 25 años. Para 2040, se espera que las muertes por cáncer de mama alcancen el millón a nivel mundial, y los nuevos casos superen los 3 millones. En México, de acuerdo con el consenso de Oncología de 2023, las proyecciones apuntan a un aumento significativo de casos y muertes relacionadas con esta enfermedad para las próximas décadas, compartió la académica.
Uno de los aspectos más preocupantes que mencionó Clara Luz Pérez es la baja tasa de realización de mastografías en el país. En 2022, solo el 20% de las mujeres de entre 40 y 69 años se realizaron este estudio, y de ellas, únicamente el 85% recibió los resultados. Además, las entidades federativas con mayor prevalencia de cáncer de mama son Ciudad de México, Nuevo León y Chihuahua. Un factor adicional que agrava la situación es el índice de obesidad, ya que se ha encontrado que el 30% de las mujeres con cáncer de mama en México padecen esta condición, lo que aumenta el riesgo de recurrencia de la enfermedad.
Pérez Quiroga hizo un llamado a la importancia de la prevención y la detección oportuna, subrayando que las intervenciones a tiempo pueden reducir hasta 21 años de vida perdida. Recomendó seguir las guías de la Norma Oficial Mexicana (NOM-041), que sugieren comenzar los autoexámenes mamarios a partir de los 18 años y realizar ultrasonidos mamarios en mujeres menores de 35 años, mientras que la mastografía es esencial para la detección en mujeres con mamas densas.
La fisioterapia ha emergido como una herramienta fundamental no solo para mejorar la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama, sino también para prevenir complicaciones y secuelas derivadas del tratamiento. Pérez Quiroga destacó que la fisioterapia puede intervenir en la prevención de la toxicidad causada por quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. Entre las complicaciones que pueden ser tratadas con fisioterapia se encuentran la neuropatía periférica, el linfedema, el dolor, la fatiga, la pérdida de masa muscular y el deterioro cognitivo.
El consenso de oncología también ha establecido que se deben realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana o 75 minutos de actividad vigorosa para reducir el riesgo de cáncer y mejorar la recuperación en pacientes que ya han sido diagnosticadas.Clara Luz Pérez invitó a las mujeres a aprovechar las campañas de detección temprana que se están llevando a cabo en octubre, mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, y acudir a los servicios de salud para realizarse los exámenes necesarios. “La detección oportuna es clave para salvar vidas y la fisioterapia juega un papel integral en cada etapa de la lucha contra el cáncer”, concluyó.
El cáncer de mama es un reto global, pero con la prevención, la detección temprana y el tratamiento integral, incluido el papel crucial de la fisioterapia, se puede mejorar significativamente el pronóstico de las pacientes. La fisioterapia ha adquirido un papel crucial en el tratamiento del cáncer de mama, ayudando a las pacientes no solo en la recuperación física después de cirugías y terapias, sino también en la prevención de complicaciones como el linfedema, la rigidez muscular y la fatiga crónica. Es en este escenario que UPAEP, a través de su área de Educación Continua, ha lanzado el diplomado en Fisioterapia Oncológica para la Mujer, dirigido a profesionales de la salud que buscan especializarse en este campo, manifestó Ilse Ramírez González, Consultora Educativa de Educación Continua de la UPAEP, destacó la importancia de este programa:
Este diplomado, está orientado a formar profesionales capaces de acompañar a las mujeres en las distintas etapas del tratamiento oncológico. Es nuestro compromiso social contribuir al bienestar de la población, especialmente en temas tan delicados como el cáncer de mama. Contamos con la participación de expertos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), lo que garantiza una formación de alta calidad. El cáncer de mama no solo afecta físicamente a las pacientes, sino que también tiene un impacto emocional y psicológico profundo. La fisioterapia oncológica busca abordar de manera integral estos aspectos, apoyando a las pacientes en su rehabilitación y mejorando su calidad de vida.