POR: REDACCIÓN
El gobierno de Canadá ha acusado a China de llevar a cabo prácticas de competencia desleal, y ha anunciado que está evaluando la imposición de nuevos aranceles sobre productos chinos, incluyendo baterías, productos tecnológicos y minerales.
A partir del primero de octubre, entrarán en vigor aranceles adicionales del 100 por ciento a los vehículos eléctricos fabricados en China, en una medida que busca proteger la industria canadiense. Durante una conferencia de prensa en Nanaimo, Columbia Británica, la viceprimera ministra Chrystia Freeland informó sobre la apertura de un período de consultas de 30 días para considerar aranceles adicionales sobre una variedad de importaciones chinas, incluyendo partes de baterías, semiconductores, minerales críticos, metales y productos solares.
Freeland explicó que esta consulta tiene como objetivo recoger opiniones de la industria sobre la implementación de posibles nuevas tarifas y el momento adecuado para su aplicación. En una declaración posterior, la oficina de la viceprimera ministra subrayó que China representa una amenaza para los trabajadores y negocios canadienses, debido a sus prácticas comerciales desleales.
Esta decisión sigue la línea de una medida similar adoptada por Estados Unidos en agosto, que busca frenar la entrada de vehículos eléctricos chinos subsidiados por el gobierno de Pekín en América del Norte. Además, Canadá también ha anunciado la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio de origen chino.
En respuesta a estas acciones, China ha iniciado una investigación antidumping sobre la colza canadiense, de la cual es uno de los principales importadores, en una aparente represalia comercial.