El Banco Mundial ha revelado que los 26 países más pobres del mundo están atravesando su peor crisis financiera desde 2006. Según el informe, estas economías son ahora más pobres en promedio que antes de la pandemia de Covid-19, mientras que el resto del mundo ha logrado recuperarse en gran medida. Este retroceso significativo en los esfuerzos por erradicar la pobreza extrema subraya la necesidad urgente de apoyo financiero adicional.
El informe, publicado antes de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en Washington, destaca que las 26 economías más pobres dependen cada vez más de las donaciones y préstamos a tasas de interés casi nulas de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). Con una deuda promedio del 72% del PIB, estas naciones enfrentan un alto riesgo de endeudamiento y dificultades financieras. Además, la mayoría de estos países están inmersos en conflictos armados o enfrentan fragilidad institucional, lo que inhibe la inversión extranjera y agrava su situación económica.
Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, enfatizó la importancia de la AIF como salvavidas para estas economías, destacando que en los últimos cinco años ha destinado la mayor parte de sus recursos financieros a mantener a flote a estos países durante los reveses históricos. El Banco Mundial busca recaudar más de 100,000 millones de dólares este año para reponer el fondo de la AIF y continuar apoyando a las naciones más vulnerables.